Este puente pude ver la exposición de Círculo Rojo que tenía lugar en la Casa de la Cultura de Villena. Posteriormente de me enteré de toda la polémica de esta exposición. La exposición de Jero Martínez
Rubio recogía fotografías tomadas en su estancia en
Japón. En los carteles se anunciaba la exposición con una imagen de la misma
con una fase abajo que decía “El final de una buena mamada”. El lema de la exposición
provocó cierta polémica, así fue que el Partido Popular (partido de la oposición)
emitió un comunicado tachando la exposición de tener una publicidad vulgar y
sexista. La frase en cuestión tiene que ver con la alimentación que en estos
momentos está recibiendo su hija lactante. Es decir la expresión “el
final de una buena mamada” se refiere a la cantidad de leche que toma una
criatura cada vez que se pone al pecho de la madre. Aquí entran en juego
relaciones políticas que no me interesan tratar, pues se dice que en
realidad han querido tergiversar el lema
e iniciar una polémica
Por otro lado, dos semanas
después de estar abierta la exposición apareció en la Casa de la Cultura de
Villena un escrito anónimo con el texto “Puto rojo de mierda lleva mucho cuidado
con lo que dices putos rojos de mierda”, no se le dio importancia al asunto
pues no sabían a quién iba dirigido o a qué se podía referir. Pero esto
concluye con lo ocurrido el pasado viernes, ya que se encontraron unas pintadas
en las fotografías en las que se leía “puto rojo”; un detalle que el autor de
la pintada lo hiciese en las fotografías que no tenían cristal, echando por
tierra el trabajo del fotógrafo. El altercado termina con una denuncia ante la
Guardia Civil.
La anécdota me recordó
inmediatamente a la del acuchillamiento del cuadro de la Venus del espejo de
Velázquez por parte de Mary Richardson, ya que ambos son actos de vandalismo en
busca de reivindicar algo; aunque en el caso de las fotografías, el texto
anónimo carece de un mensaje claro entre otras cosas; es una amenaza que
desconcierta bastante. El condicionante de este acto son los prejuicios
inculcados por ideas de diferente signo político cuando en realidad la obra
fotográfica no hace alusión en ningún momento a ningún tema político. El
fotógrafo busca transmitir su experiencia en Japón, sensación de agobio, de
silencio y de alineación. Principalmente es una exposición dedicada a la mujer
japonesa, al silencio social e institucional que padece. La utilización de la
violencia tanto verbal como material sólo puede desencadenar circunstancias más
graves. Concluyendo, el artista solo pretende causar sentimientos al espectador
pero estos pueden estar influidos por la condición del mismo, con lo que el individuo que ha hecho esto deja
en evidencia su propia ignorancia.
Tu entrada da mucho que pensar. Se trata de una agresión a la producción de un artista y habla sobre la incomprensión y la libertad de expresión. Me hace gracia que expresiones como las que comentas se escuchen en películas, chistes o conversaciones y nadie se rasgue las vestiduras... en cambio aquí la actitud ha sido bien distinta. Con todo, muy interesante.
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