lunes, 15 de diciembre de 2014

Lugares

La belleza de un lugar no depende solo del entorno, de la arquitectura, del mobiliario.
Para mí es muy importante todas las experiencias vividas en él, o incluso el estado de ánimo en el que estés en ese momento.
Mi móvil está lleno de fotos que he hecho en un lugar que puede ser especial o no, pero todas ellas me recuerdas a un momento, un estado de ánimo y una situación concreta que no consiguen recordarme las fotos convencionales que se hacen por “obligación”.
Esta foto en concreto, hecha en una calle de un pueblo castellano, me recuerda a mí al final del verano, sin preocupaciones, capturando un instante que no se volvería a repetir en nueve meses: relajación.
En ese momento me acababan de informar que en historia del arte íbamos a hacer un blog, en el que íbamos a necesitar fotos especiales, eso hizo que disfrutara de los tres días que me quedaban de vacaciones y capturé la esencia de ese momento.
Esa calle es especial ya que paso por ella cuando son días especiales de fiesta, cuando sales a dar un paseo con una persona especial, con tu familia o con tus amigos.

En esos momentos te olvidas de la falta de asfalto de la calle, del muro derruido de la izquierda y únicamente ves la naturaleza salvaje, la torre del fondo y las casas pintorescas que se intentan acoplar a la cuesta en la que vive el pueblo.

2 comentarios:

  1. ¡Cuánto tiempo hace que no vivo una sensación similar! Esa paz y ese entorno. Lo envidio. Será cuestión de recuperarlo de algún modo. Me ha gustado mucho la fotografía y el momento. Muy bien.

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