"- ¿Por qué decís: peligros metafísicos? También hay ríos metafísicos, Horacio. Vos te vas a tirar a uno de esos ríos.
- A lo mejor -dijo Oliveira- eso es el Tao.
- A mí me pareció que yo podía protegerte. No digas nada. En seguida me di cuenta de que no me necesitabas. Hacíamos el amor como dos músicos que se juntan para tocar sonatas.
- Precioso, lo que decís.
- Era así, el piano iba por su lado y el violín por el suyo y de eso salía la sonata, pero ya ves, en el fondo no nos encontrábamos. Me di cuenta en seguida, Horacio, pero las sonatas eran tan hermosas."
Rayuela, Julio Cortázar
Tenías que ser tú quien trajera a Cortázar al blog. No podía ser de otro modo. Rayuela no lo he leído. Tal vez siempre se quede pendiente. Pero sí he disfrutado de algunos de sus relatos.
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